DESEAMOS PODEMOS

“No intentamos, creemos, apetecemos ni deseamos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno porque lo intentamos, apetecemos y deseamos” (Spinoza, Ética)                                           

         Cuando queremos que Podemos sea aquello que deseamos podríamos caer en el error de ir más allá de la materialidad de la coyuntura política del momento cuando es dentro de esta inmanencia donde está la potencia de la organización que pretendemos.

         La subjetividad liberada por el acontecimiento 15M que actualmente se debate en la constitución de Podemos no tiene su expansión en la máquina electoral que está conformando Claro que Podemos, dado que ese no es su objetivo, lo que no significa que no pueda abrirse paso dentro de la organización. Es más, de no expandirse, Podemos perdería, precisamente, su potencia. Ésta es la clave de bóveda en que se encuentra el actual proceso de constitución.

         Hay quienes ven una involución en los pasos que Claro que Podemos está dando hacia su constitución en partido, como hay quienes lo consideran un tránsito necesario dentro de un proceso abocado a su contingencia. Esto no depende de la voluntad, de la virtud de dirigencia ni candidatura alguna sino de la dinámica multitudinaria, de la materialidad de las luchas, de cómo percuta la subjetividad liberada, de cómo la resistencia rekombine esa nueva agencia.

         Es por eso que el paso que están dando los compañeros que se presentaban de forma independiente al Consejo Ciudadano en torno a #OccupyPodemos tiene una gran importancia, puesto que no pretende confrontarse con la candidatura oficial sino complementarla para que el círculo sea red, una red repleta de aberturas que filtren esa resistencia, esa subjetividad necesaria para que Podemos siga siendo un OPNI (objeto político no identificado).

         Podemos vale en tanto prepara su subsunción a nuevas formas organizativas cuya materialidad procede de la subjetividad multitudinaria, en tanto su singularidad contribuye al sentido común de la multitud. Podemos vale para asaltar el poder, no para plebiscitarlo. Deseamos Podemos porque contiene la posibilidad de empoderarnos y emanciparnos más allá de la coyuntura actual donde su necesidad se proyecta en la inmanencia que prepara su liberación.