PODEMOS ES SU MOVIMIENTO
Lodewijk
Meyer: ¿Y en esas pasiones fías tus esperanzas? ¿En la muchedumbre?. Baruch
Spinoza: No en sus pasiones, amigo. En la potencia de sus acciones. Spinoza y la multitud (El resto falta)
Cunde la
sensación, y en muchos casos el convencimiento, de que sería la forma partido la que proporcionaría a Podemos,
incluso a cualquier otra forma organizativa resultante por venir, un incremento
de escaños que lo situarían como tercera fuerza resultante en unos próximos comicios,
cuando es su subordinación al movimiento la que potencia su
institucionalización, su empoderamiento, no sólo parlamentario, sino el que ha
derivarse de las propias necesidades inmanentes referidas al trabajo, la salud,
la educación, la vivienda, la deuda, la renta básica, etc..., lo cual no debe pasarse
por alto en las próximas elecciones municipales donde a partir de un gobierno
más cercano al ciudadano se pueden institucionalizar tales deseos
multitudinarios que son el auténtico programa de toda candidatura que se
subordine al movimiento. Sólo atendiendo a esa dinámica tumultuosa que marca
estratégicamente el devenir político del movimiento puede abordarse y desbordarse
el marco institucional impuesto. Resumiendo: a más movimiento, más votos, sin
que este último sea el objetivo sino la consecuencia.
Cuando
se transita este pasaje de subordinación al movimiento empiezan a surgir
tensiones. Si el 15M hubiera generado Podemos quizá no estaríamos sometidos a
esta ambivalencia partido vs movimiento,
pero su origen es un tanto demiurgico. Este hecho que en un principio podría
ser indiferente ante la necesidad del impulso demandado por una solución ‘electoral’
al quincemayismo, ahora se muestra en toda su problemática. La tarea quizá consista
en que se generen dinámicas que propicien nociones comunes, un sentido común
'bueno', que no puede partir sino de lo inmanente, de las luchas materiales de
la gentes sometidas a las políticas austericidas y no de 'notables', 'partido'
ni aparato alguno destinado a tener el poder, que, en todo caso, sería una
consecuencia de esa institucionalización de lo común. En este pasaje cobra fuerza
la subordinación de las agencias quincemayistas, incluida Podemos, en un
objetivo común subordinado al movimiento. Podemos es su movimiento, su
rekombinación, su devenir en máquina multitudinaria, anónima ‘porque somos
muchos’. Posiblemente la gente, y la gente de los Círculos en particular, no lo
vea y piense haber encontrado un 'libertador', un Príncipe -tanto da Pablo que
Podemos-, sin darse cuenta que lo somos tod@s. Quienes desde el inicio vieron
en Podemos un tránsito, una composición materialista del movimiento necesaria
pero contingente, pueden asumir este paso sin traumatismos, pero es imprescindible
que lo demos tod@s. Políticamente nada está determinado, la oportunidad
requiere la virtù multitudinaria a la que no se ha de apelar sino confiar en la
potencia de sus acciones.
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